Para entender a la cultura de hoy en día, se tienen que tomar en cuenta todas las vertientes que le afectan. Todos los días se crea cultura y esta se retransforma para crear nuevas formas de expresión. Gracias a estos lineamientos, y estas nuevas formas de concebir la cultura, se deben de crear los espacios y se deben de cambiar las conciencias, para convertirse en agentes de cambio y de creación.
Are you sitting comfortably??? Then you can begin...
Porque en la entrada anterior faltaron estos discos, que debían de ser incluídos en esta recopilación.
6. Massive Attack - Heligoland. Definitivamente uno de los mejores conciertos de la primera mitad del año, Massive Attack siguen estando a la vanguardia en sus arreglos y composiciones. Siempre en busca de nuevos horizontes que en este disco se refleja con el oscurantismo que en este momento el mundo vive, confrontados por la realidad de nuestro Leviathan humano. La creación para la destrucción, mientras unos cuántos se hacen más ricos y asesinan al resto del mundo con toda la impunidad de un mundo ideal.
7. MGMT - Congratulations. Este disco fue un gran salto para un grupo que salió dentro de una camada de nuevos grupos que todos usaban los mismos sonidos programados de sus teclados Casio viejitos. Afortunadamente MGMT, dejó de hacer melodías bobas y pegajosas (sin quitarle el mérito al infeccioso sonido pop de su primer disco), para apostarle a un sonido más complejo, más denso y musicalmente más diverso.
8. Jakob Dylan - Women & Country. Jakob Dylan tiene todo el linaje que cualquier músico desearía tener, y la maldición que ningún músico quisiera tener: ser hijo de Bob Dylan. Eso lo pone tanto en una gran desventaja, porque algo ha de talento tiene heredado del papá, y por otro lado te llena de sobre expectativas que muchas veces no se cumplen. Lo bueno es que para este punto, él ya pasó ese punto puesto que esa parte ya le tocó con The Wallflowers. Ahora, J. Dylan, nos remite a ese viaje crucial que todo artista serio hace en su carrera, al explorar las vicisitudes de la vida inspiradas por el blues y el country tradicional.
9. Yeasayer - Odd Blood. Con este disco ya son "más conocidos", y parece que tomaron el lado más pop, menos experimental que es de los pocos grupos recientes que con su uso del afrobeat, no me siento comprando ropa en Abercrombie con algún engendro cómo Vampire Weekend. Yeasayer, sabe usar estas influencias y combinarlas de maneras inteligentes en ganchos memorables, para crear un gran disco que merece ser escuchado con mucha atención. Además de tener una de las grandes portadas del año.
10. The Arcade Fire - The Suburbs
Apenas será lanzado oficialmente en un par de semanas, pero sí usted es un avído explorador de la red, puede que lo pueda encontrar en sitios "comunitarios". Por lo pronto aquí les dejo un pequeño adelanto de la BBC. Lo que sí podemos asegurar es que este disco hasta el momento es el mejor del año. Arcade Fire nos lleva a dimensiones jamás pensadas con arreglos épicos, majestuosos y la prueba que esta banda es de las grandes maravillas musicales que llegaron hasta nuestros oídos para quedarse.
La majestuosa Five Years con el gran David Bowie
y para que vean que en este blog no somos tacaños...
Nos leemos pronto.
Por cierto, hoy pueden celebrar el cumpleaños número 67 de Mick Jagger con este pequeño homenaje a los Stones
Afortunadamente el autor de esta cueva, no tuvo una epifanía con Lady GaGa o algún "icono" del momento, y me puse a pensar en una pregunta sumamente difícil. ¿Qué has escuchado últimamente? o la típica pregunta que te formulan en fiestas/reuniones cuando el tema sale a relucir: ¿Y tú qué escuchas? En ese momento, es cuando uno puede parecer un "forever" que nada más escucha rock clásico, porque no se te pudo ocurrir algún artista previo a 1995 o algún pseudo-algo que nada más te busca apantallar diciendo que sólo escucha Aphex Twin, pero ni a Lou Reed llega y resultas perder lentamente la paciencia, disculpen ustedes queridos lectores, las obsesiones de un snob o esnob, no dogmatizo, pero no me gusta que me vean la cara de cretino.
Tendremos que diseñar un test para que no le vean la cara a uno, pero eso será tema de otra entrega.
Es inevitable buscar hacer este tipo de ediciones antológicas, que cada seis meses o cada año, son ejercicios de rigor, cuya ambición es que en un futuro puedan servir de referente para las nuevas generaciones y poder decir: "Yo estuve ahí, cuando salió ese disco...". Claro así como nuestros padres, tíos o hermanos grandes pueden presumir. We want to be Big Brothers!
Pero regresemos a la idea central que es mencionar los discos que más han circulado por estos oídos. En este año hemos viajado a la playa plástica del mundo de Gorillaz, revivimos nuestro amor por el pop de antaño con She & Him, visitamos pequeñas estrellas de la noche, aprendimos a destruir ángeles y volvimos a patear lo viejo.
1. Gorillaz, es uno de los discos más sobresalientes del año. Punto. Albarn lleva un climax creativo de más de 15 años, y este disco es la prueba fehaciente, que además de habernos brindado un par de lágrimas, en el sumamente nostálgico y romántico reencuentro de Blur en 2009 (y subsecuentemente en el documental No Distance Left To Run), crea un mundo fantástico, irreverente y sumamente divertido, en el cual nos sumergimos en el fantástico mundo de la playa plástica.
2. She & Him nos sigue cautivando con sus arreglos bonitos, soleados y sumamente irresistibles. Es sólo cuestión de dejarse llevar, por la delicada voz de Zooey Deschanel y uno está del otro lado. No hay show, no hay toneladas de maquillaje, no hay estrobos, aquí sólo hay voces e instrumentos orgánicos, una música en tonos sepia que nos remitan a una vieja fotografía o algún recuerdo encapsulado en una canción de 3:30.
3. How To Destroy Angels. A finales del 2009, todos pensamos que Trent Reznor iba a comenzar una nueva rutina sin la ajetreada vida de un solicitado y amado rockstar. Con Nine Inch Nails en un receso indefinido, y aparentemente mucho tiempo libre, How To Destroy Angels llego aparentemente de forma muy rápida, pues Reznor seguramente tendrá un equipo de grabación en el baño, por sí salen buenas ideas. No es nada nuevo en el catálogo de NIN, sólo es una nueva dirección que ha tomado acompañado de Atticus Ross y Mariqueen Maandig Reznor (aka la Sra. Reznor). Reznor y compañía como siempre hacen interesantísimos experimentos sonoros, además de lanzarlos con una mística que hace tan disfrutable la experiencia musical, como el descubrimiento mismo.
4. The Record Club Volume 4. Beck cae muy bien. No sólo es un gran músico y compositor, posee una gran personalidad y un carisma que muchos envidiarían. La prueba como siempre está en su música. En el volumen 4, Beck y sus amigos, reimaginan las posibilidades sonoras de INXS, dónde nos entregan un trabajo único, poco convencional y sobre todo repleto de grandes momentos, que automáticamente nos remiten al disco original. Redescubriendo la grandeza de INXS, al puro estilo de Beck.
5. Stars te van cautivando poco a poco, lentamente te inundan de sus contemplativas melodías. Espero que para el final del año, este disco se convierta en un favorito cómo In Our Bedroom After The War. Lentamente será usted cautivado por esos sútiles arreglos, esas canciones nocturnas y un disco lleno de sorpresas.
Este año ha estado sumamente raro queridos lectores, ha sido una época de transiciones, ch-ch-changes cómo bien diría Bowie no sólo en cuestiones personales, sino en cuestiones del mundo de la música. Este año parece que nos recibió con la unión entre Ticketmaster y LiveNation, que son los causantes de tener un monopolio de la promoción musical y los responsables de que los precios de los boletos se hayan disparado en cifras incomprendibles y extravagantes. Ellos también son los responsables de la sobresaturación de las preventas y que han causado el enojo de muchos fanáticos. Los villamelones también han incrementado y ahora resulta que todo mundo es fan de los Pixies y de Goldfrapp (quienes a mi parecer se presentaron con el peor disco de su carrera, que ya lo venían acarreando desde el Seventh Tree).
Roger Water anunció su épico regreso con The Wall, que me puso entre la espada en la pared en un dilema sobre su amor a la nostalgia de Pink Floyd, y su escueto pero muy prolífico trabajo como solista, me gustaría ver la evolución del mismo artista que hace casi 20 años nos dió Amused To Death y hace 30 The Wall. Sin embargo, el romántico fanático que creció y cuya vida fue transformada por la música de Pink Floyd, salió a la luz y espera ansiosamente un concierto de dimensiones épicas para convertirnos en un ladrillo más en el muro.
El fiasco de la preventa de los Pixies, ha comprobado el nivel de fanátismo supuesto que existe sobre ellos. Son la típica audiencia de concierto que nada más va a esperar "el hit" y se pasa los restantes 90 minutos, gritándole a los músicos o peor aún, pasa el concierto entero "grabando" un horrendo bootleg que no se ve, no se escucha y lo único que se puede apreciar son los coros de un público borracho que nada más washawashea las canciones y espera "la que viene en Fait Club". La promotra se encargo de manternos en nuestro estado de país "en vías de desarrollo" al imponer una pequeña fecha en el Metropólitan (escenario ideal para ver a una banda así), y hacer su Agosto en uno de los tan cotizados y latinizados FESTIVALES ECLÉCTICOS CON TODOS LOS ARTISTAS DEL MOMENTO. Me da gusto ver a James, a Metric y a Echo & The Bunnymen en la alineación y los Pixies es el consuelo que nos queda, para los que no pudimos comprar en los primeros 20minutos de la preventa y hasta ahora no podremos verlos en el Teatro Metropólitan. Interpol realmente me da un poco lo mismo, puesto que los ví en su primer visita a nuestro país, después de aquel mítico concierto en el WTC.
Para finalizar con esta reflexión sobre los pros y los contras de este año, lo que nos ha dado esta temporada de conciertos también fue la confirmación de Belle & Sebastian, quienes cancelaron hace un par de años una visita al Festival Cervantino, hoy regresan con The Vaselines y según reportan un nuevo disco bajo el brazo. Ambas son bandas que siempre he tenido curiosidad ver en vivo, para probablemente deleitarnos con la versión original de "Jesus wants me for a Sunbeam". Si usted querido lector, pensaba que era una original de Nirvana, había vivido en el engaño por mucho tiempo.
Finalmente debo de confesar que me he quedado en la quiebra después de dos semanas intensivas de estar pendiente de las preventas, la liberación de boletos y sobre todo la máldita incertidumbre que se genera cuando uno marca a las garras del amo de los boletos, y simultáneamente se encuentra en un constante "F4" o "Refresh" para conseguir con éxito el acceso a un par de preciados boletos, que además de todo estan más caros que una entrada a "La última cena".
Por ahora, ya tenemos lo que viene. Nos falta hacer un recuento de lo que hubo y sobre todo de todo lo que escuchamos. Por ahora, nos leemos pronto, queridos lectores.