jueves, 24 de marzo de 2011

Experiencias musicales con aquellos que se dicen llamar "Tortoise"

Acepto que no soy periodista, nunca lo he sido, ni tampoco pretendo serlo. Aquí se escribe sólo una versión de las cosas que realmente pasaron, y el resto se lo dejamos a aquellos que cuentan asistentes, canciones y utilizan lenguajes de plantilla para recrear momentos mágicos e irrepetibles.

En el escenario puedes presenciar la manera en que cinco individuos intercambian líneas, ideas, fragmentos. Cada uno contribuye con su propio sonido y ritmo, para crear piezas de contemplación absoluta. Simplemente uno debe de dejarse llevar por la música. Si buscas complejizar los arreglos, ritmos o la instrumentación, te aseguro que te perderías como si estuvieras en un supermercado sin rumbo absoluto. Enfocas en un pequeño fragmento, y la música te lleva a fijarte en otros detalles, a otras notas, te das cuenta que hay algo más ahí, pero no sabes exactamente qué es. Centras tu atención en otro punto, como aquella pintura que tanta fascinación te causaba, o aquella fotografía que puedes mirar por horas, encontrando nuevos detalles, nuevos ángulos, nuevas maneras de ver la música. 

Los denominados críticos de música, dirían que Tortoise, - mencionarían sus influencias con el ambient, el punk, el post rock, el jazz, el krautrock, todos estarían comparados a los sonidos de otros "exponentes del género". Incluyen la sede, la cantidad de asistentes, y agregan adjetivos rimbombantes, para tratar de describir un momento tan especial, e irrepetible.

Lo único seguro es que ayer, no pude discernir de ningún género, no puedo decirles que "tocaron los éxitos, que el público cantó a todo pulmón, o que los asistentes se congregaron a escuchar una banda cuyo nombre cada quien pronuncia como puede." Tortoise es una banda para escucharse, para disfrutar más allá de saberse los nombres. Es poder hacerte cerrar los ojos, perderte en un momento de éxtasis, de desconexión total, de todo lo que hoy en día nos rodea en el mundo. Implica poder encontrar aquellas hermosas melodías en medio del ruido industrial y el ruido de alrededor. Es llevarnos a ese lugar imaginario, por un par de horas, para vivirlo, experimentarlo y probablemente después de todo, tratar de contar lo que pasó.

Nos leemos pronto.

miércoles, 23 de marzo de 2011

El día que Rainn Wilson se unió a Blitzen Trapper

Para aquellos amantes de la versión americana de "The Office", saben que semana con semana Rainn Wilson interpreta al lunático e irreverente Dwight K. Schrute, en las extrañas peripecias en el día a día de Dunder Mifflin. Sin embargo, esta semana Rainn Wilson decidió unirse a Blitzen Trapper, aunque sea por un día. 

Con ustedes The Blitzen Trapper Massacre.


The Blitzen Trapper Massacre from Brian Adrian Koch on Vimeo.

jueves, 10 de marzo de 2011

Un poco de Springsteen antes de su llegada a la Isla Desierta

En los preparativos para la segunda parte de los Discos de la Isla Desierta, Bruce Springsteen aparecería en mi lista extendida varias veces, sin embargo, eso lo abordaremos más a fondo en otra edición. Por mientras les comparto esta rendición, realizada  el día de ayer en la estación de radio pública de Nueva York WNYC, a cargo de Mac McCaughan (miembro de Superchunk y además uno de los fundadores de la disquera Merge), al tema "Bobby Jean" del jefe de jefes: Bruce Springsteen.



Además de que pueden escuchar el programa completo aquí.



Nos leemos pronto.

martes, 8 de marzo de 2011

Visita a la Isla Desierta Primera Parte

Isla Desierta


 La premisa siempre ha sido muy sencilla y en algunos casos estos escenarios han sido los protagonistas para series de televisión enteras. ¿Qué pasaría si quedarás atrapado en una isla desierta? Si tuviera la posibilidad de recolectar una lista de discos, libros y películas, ¿Cuáles serían? ¿Qué elegiría como el fiel acompañante en una inhóspita y desconocida tierra?

Hacer estos ejercicios imaginarios en donde uno se transforma en un curador profesional, para seleccionar la obra que lo acompañaría, y que de ahora en adelante, será referencia clave para conectar los axiomas entre el tiempo y el espacio, para conectarlo con aquellas fibras emocionales y aquellas obras que siempre nos regresan a ese primer instante de presenciar epifanías en una película, un libro y un disco.

Discos para la Isla Desierta


 Neutral Milk Hotel – In The Aeroplane Over The Sea
Apuesto a que si Kurt Cobain se hubiera una playera de Neutral Milk Hotel, serían incluso mucho más conocidos. Pero no importa, me gusta tener aquellos grupos que son míos y cuyo gusto compartido se encuentra sólo en algunos individuos que empezaron a buscar por otras direcciones. Buscar por aquellos caminos poco explorados, fue lo que hizo Jeff Mangum, al crear este tributo a Anne Frank, a alguna fantasía creada en la mente de un niño con cabeza de radio transistor.

He pasado noches enteras tratando de descifrar sus crípticas letras y sin embargo cada que lo escucho, me pongo a pensar que no quiero saber realmente de que tratan aquellas canciones. Simplemente regresare a escucharlas una y otra vez, a sumergirme a ese mundo que grita mientras se cae a pedazos, en el que vive Ana (no sé si es Frank, algunos dicen que sólo es su fantasma), otros creen escuchar la voz del niño de dos cabezas, o simplemente esperan a ver el aeroplano sobre el mar y contemplar aquellas imágenes, aquellos sueños y personajes oníricos, desfilará ese circo de personalidades y criaturas, que durante el día se esconden, para rondar mientras no los vemos.

Este es mi disco para escuchar en un tocadiscos viejo, acompañado por el sonido de la aguja en los zurcos, que viaja a 33 revoluciones por minuto en mi cabeza y lentamente te transporta a Holanda en 1945, o a aquel café español que creíste haber escuchado en algún cuento, sin embargo, es una oportunidad para embarcarse dentro de otros mundos, Fantasías, Sueños, seres de otras mitologías y personajes de mundos que volvemos a visitar cada vez que viajamos en aquel aeroplano sobre el mar.




The Replacements – Let It Be

¿Mírame a los ojos y dime sí estoy satisfecho? Aquella pregunta que uno se hace cada determinado tiempo, y se da cuenta de su propia realidad, de la cual a veces no podemos escapar, aquella limitante para expresarte libremente, para decir a alguien que lo amas, y para decirte a ti mismo que no le puedes dar las buenas noches a una máquina contestadora o a una computadora. Son aquellos sentimientos e inquietudes que creíste sólo tener cuando eras un adolescente, y pensaste que mágicamente se resolvería en una comodidad o en un lugar para pertenecer al que evidentemente nunca quisiste pertenecer.

Nunca te importó ser del cuadro de honor, ni sentarte en la primera fila, y apuesto a que aprendías más de aquellas canciones que escuchabas en la radio, qué las clases de tus maestros aquellas aburridas clases de historia y álgebra. Buscabas siempre formas de romper tus propias concepciones y encontraste refugio en aquel cuarteto de Minneapolis, que cómo tú vivían en medio de la nada, parecían ser como tú, aquel tipo cualquiera, un reemplazo más de algún mostrador.

Y bajo la premisa de “dejarlo ser”, tu mente se transformó en un mundo llenoo de posibilidades, de poder concebirlo como una obra de arte perfecta, de crear una colección de canciones en 33 minutos, en hacerte madurar, y a la vez en dejarte con ese sentimiento aventurero, con esas ganas de siempre romper con aquellos modelos, aquel sentimiento de ser un punk con clase, de romper todos los estereotipos que tenías establecidos, de apreciarte y amarte como eres. 


Nos leemos pronto.

lunes, 7 de marzo de 2011

Kashmir - Épicos momentos colectivos -

Existen experiencias revitalizantes cuando un grupo logra superar todas las expectativas y todos los rumores que existen alrededor de un acto en vivo. Son aquellos momentos de glorioso éxtasis en donde se genera una extraña e intima conexión con todos los que se encuentran a tu lado, desde los conocidos hasta los desconocidos, todos forman parte de este extraño collage de individuos respondiendo de maneras completamente distintas y sin embargo conectados por aquellas melodías, acordes y canciones que nos remiten a un lugar. Cada una de las personas ayer reunidas, experimentaba momentos, revivía sentimientos, lugares, recuerdos, personas, historias vivas y revivía algún pasado, cada uno desde su propio lugar, desde su propia perspectiva, cada uno llenaba aquellos espacios en blanco diseñados para las palabras que nunca puedes o quieres decir. Aquellos recuerdos y sentimientos, aquellas sensaciones de placer, todas esas noches de largo insomnio, al lado de aquella canción que es la llave a aquel mundo. 

Los ejercicios periodísticos se los dejaremos a aquellos competentes para escribir factualmente, para repetir la información de maneras metódicas. la sede, el setlist interpretado, y probablemente para este punto, sí usted fue uno de los asistentes seguramente ya tuvo algún acceso a este tipo de información. En cierto sentido es completamente irrelevante, en dónde fue, quienes eran los asistentes y sí era una extraña visión revitalizada de un grupo de individuos que de maneras ritualisticas, acuden a un concierto de su grupo favorito en total reverencia, su atuendo es igual que ir a la ópera. El concierto se convierte por un lado una extraña pasarela de individuos, que presume el acto en sociedad, sin darle la importancia al ritual, se convierte simplemente en una convención de hipsters, chavos cool, y todos aquellos adjetivos que se puedan agregar, aquellos que se bailan despreocupadamente al compás de los azotes de Joy Division, pero más cercanos a parecerse a Snoopy y Woodstock bailar. 

Así en ese extraña mezcla de ambientes, vibras y personalidades completamente dispares, se llega a un punto de encuentro, a un equilibrio a partir de la música, en el que cada individuo se convierte en un ser vulnerable y expuesto ante una melodía, una nota, un silencio. Es en aquel momento, donde cierras los ojos para ver la música a través de la obscuridad, a través de tus ojos, y de poder conectarse con el pasado, para revivir todas aquellas fotografías, aquellos recuerdos que tenías guardados con aquella canción. Aquellos versos que en la obscuridad de la nada, desnudan tu alma, para cobrar vida y ser parte de un soundtrack, que te conecta y te regresa a aquel instante de otro momento. Todo esto ocurre dentro de un espacio atemporal con los sonidos de Kashmir. 

Nos leemos pronto.