Después de muchos extraños reencuentros con la música de aquel 1991, no me queda más que decir que nos ha entrado la nostalgia por ese año. Creo que es un ciclo normal, volver a reapropiarse de la música de las generaciones pasadas como un axioma para conectar con la música de hoy, y ver de que manera se mantiene vigente. Para aquellos afortunados que vimos a Massive Attack en sus recurrentes visitas el año pasado, sabrán que Blue Lines no ha envejecido ni un año. Atmósferas envolventes, lugares obscuros y caminos sombríos, acompañados de beats hipnóticos.
Entre los caminos frecuentes de la industria musical se encuentra la aclamada "re-edición", que en raras ocasiones nos presentan tratamientos dignos, y sobre todo lo suficientemente inteligentes, para hacernos comprar un disco que posiblemente ya tenía usted en su colección, para almacenarlo en otro lugar más espacioso y vistoso que acomoden sus sobredimensionados tamaños. Esto con la intención de poseer meros refritos de los éxitos de sus artistas favoritos, en pocas ocasiones nos dan aquellos demos caseros, mezclas alternativas, o aquella versión extendida, editada para radio, censurada y hasta las versiones que originalmente no pudieron ser incluidas en el disco.
Además de esto, viene el deleite visual con fotografías de archivo, que resultan ser miradas personales e intimas a la convivencia de la banda, aquel chiste local que todos quieren entender y de alguna manera pertenecer, que además se encuentra inmiscuido en tu canción favorita. Agregue a esto, el DVD con los "videos promocionales" y el documental que celebra los 20 años de "inserte su disco de 1991 aquí ", que en su gran mayoría son escuetos documentos de 15 minutos con comentarios de lo bien que se la pasaron mientras grababan ese disco, los excesos que tenían y alguna anécdota que hasta ahora era sólo una leyenda urbana. Y para fortuna de los que escribimos de música, el espacio reglamentario para hacer una retrospectiva del momento y un ensayo sobre la banda. Todo esto disponible en formato digital, en un dinosaurio de CD individual, la edición en Digipak o de cajita vistosa y la Mega Jumbo Extra Special Deluxe Edition con más chucherías y el triple del precio por el cual usted compró el disco en 1991.
Screamadelica de Primal Scream y el Nowhere de Ride, tendran sus tratamientos de edición especial, cuyos contenidos se encuentran detalladamente en otros sitios de noticias. Y a pesar de que muestre mi desagrado a veces por dicho formato, sé que existen sus excepciones, y cada año hay un par de reediciones que sí llegan hasta los archivos de su servidor. Debo decir que tengo extrañas premoniciones completamente infundadas y no oficiales, pero presiento que Guns N' Roses se reunirá con Slash. A raíz de las noticias de Blur y su regreso al estudio, también se cumplen 20 años de su disco debut "Leisure", pero estas son meras conjeturas que el regreso a 1991, esta en su auge y hoy nos encontramos ante la nostalgia de aquellos años en los que MTV reinaba, los videos musicales tenían presupuesto y los discos vendían en su primera semana la misma cantidad que un artista hoy con un cotizado número Uno, Michael todavía reinaba el mundo, el alternativo estaba a punto de entrar a los reflectores con el Nevermind.
Lo único seguro es que esas canciones siguen vivas en nuestros recuerdos y en aquellos canales o estaciones con selecciones de "clásicos", siguen vivas en algún y recóndito bar que toca covers o que en su rockola, sigue amenizando las conversaciones con las mismas canciones y convirtiéndolas en acompañantes y secuaces, cómplices de nuestras propias películas en las que al final los créditos nos llevan hasta un lugar incierto, después de un largo camino, son nuestras bandas sonoras que todos los días reescribimos. O como decía Sting: "In this theatre that I call my soul, I always play the starring role."
Nos leemos pronto
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