Favorito de Axioma Musical, Jamie Lidell visita una vez más los estudios de KCRW en Santa Mónica, California para brindarnos una dosis del más fino electrosoul, para ponernos a bailar, alivianar los ánimos y contagiarnos de buenas vibras.
Brian Eno sabe más de música, de arte, que tú. Es productor, artista, visionario tecnológico, invento su propio género musical y es inglés. Hasta tiene más apellidos que tú, y su IQ es sin duda alguna mucho mayor que el tuyo. Sin embargo, eso no nos dice nada de Brian Peter George St. John le Baptiste de la Salle Eno, hay que experimentar su música para adentrarnos un poco más en su mente lúdica y visionaria. Este año en su más reciente álbum Small Craft On A Milk Sea, experimenta con los sonidos de Warp y los mezcla con su propia visión del ambient. A lo largo de unas semanas, recopilo estas sesiones de improvisación/creación musical, en la cual nos lleva a ser testigos de ver a Brian Eno jugar con juguetes tecnológicos y musicales.
Small Craft On A Milk Sea no fue incluida en la lista de los mejores discos del año, por el simple hecho que Brian Eno no se mide con los mortales.
The Social Network Soundtrack - Trent Reznor & Atticus Ross. La primera vez en mucho tiempo que la banda sonora se vuelve fundamental para entender una película. Al momento de escribir este texto, la música es la única que se juzga y la imagen queda aislada. El señor, amo y maestro Trent Reznor, nos vuelve a entregar piezas sonoras, pequeños fragmentos de música y ambiente, texturas oscuras y un tanto siniestras. Nos lleva adentro de los ceros y los unos, en un viaje emocional, qué busca conectarnos por aquellos lazos humanos, nos hace sentirnos humanos. Nos hace sentir. Aunque no es un camino nuevo para Reznor, las piezas de este rompecabezas funcionan como semillas que se complementan con la imagen. Sin tener una película en la que la pueda montar, la montaré sobre mi propia película. Gracias Trent, por hacer mi soundtrack.
Shadows - Teenage Fanclub. Son aquellos sonidos familiares, que alguna vez los escuchaste en un viejo radio transistor, son aquellas canciones viejas que escuchaste alguna vez en aquel lugar, aquella vacación que cambió todo y te llevo hasta ese lugar. Teenage Fanclub lleva dos décadas haciendo pop contagioso, hermoso, nunca se toman realmente en serio y siempre se refrescan entre capas de guitarras, distorsión y coros, son como el sonido del mar, se entreteje con otros elementos y te llevan a otro lugar. Shadows es música como de domingo, dónde se necesitan sonidos para acariciar el alma, algunos dirían para escapar de la realidad, pero en un domingo cualquiera es la combinación perfecta para escapar de aquella realidad, aunque sea por un rato.
Heligoland - Massive Attack. Experiencias multisensoriales, música diseñada para la entrega pura del ser, hipnosis creada por los obscuros beats y atmósferas de 3D y Rob del Naja, acompañado de su séquito de colaboradores, que como siempre se han destacado por su perfección y su impecable producción nos entregan una nueva expedición a lugares desconocidos y siempre llamativos. Son lugares obscuros, muchas veces poco cómodos, pero siempre gratificantes, nos llevan por un viaje a aquellos pasajes fríos y poco transitados, diseccionando nuestros demonios, hasta el corazón de las tinieblas del leviathan humano. Además es una de las experiencias en vivo más gratificantes de los últimos años, una banda que sabe la importancia de todos los elementos que proporcionan un buen espectáculo y lo convierten en un espacio de reflexión sobre nuestra propia cualidad humana.
The Lady Killer - Cee Lo Green. Un disco que recuerda a todo una época, que revive aquellos colores pastel, un look retro sumamente estilizado y fino. Una dosis de buen gusto, música para poner de buenas con historias llenas de ironía, soul, y ritmos contagiosos que pondran a bailar hasta los más amargados. La prueba de Cee Lo no nada más funciona como una mitad de Gnars Barkley, sino que es parte de un grupo de músicos que experimentan con el hip hop y lo conectan con sus raíces de Motown, de Stax, de Sugarhill, para brindarnos la mejor combinación de buena onda e inolvidables grooves. Y sí no les gusta, él sólo los manda directicto a la chingada...
Pretty Hate Machine (Halo 02R) - Nine Inch Nails. Este disco no es nuevo, y su creador ya esta en otro punto creativo, que ya discutimos al principio de esta entrada. Sin embargo, regreso a sus raíces y le dió una repasada a su primer LP. El Halo 02R, es la noménclatura designada a esta versión, que levanta el disco, lo hace sonar fresco y novedoso. Nos hace fijarnos en otros lugares, busca desempolvar aquellas melodías más apegadas al hip hop que al rock industrial, y nos incita a reflexionar lo importante que ha sido Nine Inch Nails en la música de las últimas dos decadas y arrodillarnos ante aquel que servimos, obedecemos y reverenciamos con su música. Reznor sigue siendo el Señor, Amo y Maestro y nosotros seremos su fieles subditos hasta el final.
La segunda entrega de los viajes sonoros de Axioma Musical.
Plastic Beach - Gorillaz. Sin duda alguna es de los mejores discos del año, un disco visionario que nos lleva un lugar mágico y ficticio, dentro de la pequeña mente desquiciada de Damon Albarn y Jamie Hewlett. Acompañados por una tribu de músicos desde Mick Jones y Paul Simonon, Lou Reed, Snoop Dog, Gruf Rhys, De La Soul, Plastic Beach es un viaje a un mundo fantástico, a una isla remota y desierta en la cual llegan exiliados este grupo de inadaptados musicales que combinan géneros, paisajes y nos brindan uno de los mejores soundtracks para el 2010. Conectado a una vida y a un momento específico, que nació en este año, en aquella colina de la melancolía o aquella playa plástica, que alguna vez visitamos y el recuerdo es cómo aquella fotografía grabada en nuestra memoria.
The Suburbs - Arcade Fire. Aclamados como una de las bandas más importantes del 2010, innovadores en sus conceptos visuales, Arcade Fire, nos lleva a los suburbios pérdidos de alguna ciudad pérdida en la nostalgia. Detrás de algún romántico centro comercial atras de aquellas montañas y aquellos recuerdos de una época pasadaa. Una oda a la inocencia y a la juventud pérdida, vista desde los ojos de un mundo poco esperanzador y sumamente afectado. Las imágenes no son tan bonitas como las de Springsteen o los Smashing Pumpkins, aquí sólo nos queda el reflejo de aquellos viaductos y aquellas luces de neón míticas entre los sueños y la memoria de un lugar mágico, que a pesar de su fealdad, sólo evoca los recuerdos más hermosos y puros, entre aquellos centros comerciales y marquesinas, que miran a la gente pasar.
All Day - Girl Talk. Greg Gillis tiene la chamba que todo el mundo quiere. Tocar en fiestas y ponerle play a su computadora y poner sus canciones, sin importar el género que sean. Evidentemente no es tan fácil y su talento real, esta en su capacidad de unir piezas musicales y convertirlas en pequeños fragmentos, en piezas para otra obra. Otra conceptualización de la música, que en los casos más elitistas, se le puede denominar, Posmodernismo musical, al puro estilo del hip hop y del tornamesismo. Con Girl Talk, se transforma en un ritual de comunión, en donde conviven los géneros musicales, los estilos de vida y dónde las diferencias que nos separan de los otros se diluyen, para conectarnos con ese ritmo básico que nos une como especie.
Postcards From A Young Man - Manic Street Preachers. Azotados como pocos y con toda la razón del mundo. Aquella banda, que nos entregó las complejas líricas de Richie Edwards y nos dejó con el mito de un desaparecido músico, que no dejo rastro en este mundo, sólo sus canciones y la inspiración para crear un mito. Su fantasma sigue reinando en la música de los Manic, siempre evocando cierta melancolía y aquel recuerdo, que se quedo plasmado en aquellos cuadernos olvidados. Sin embargo, los arreglos son alegres, llenos de esperanza, con cuerdas angélicales, que pareciera que el cielo se abre para dejar entrar aquellos rayos de sol, que calientan el espíritu. Llenos de brío y anhelos de juventud, son postales de un joven para el mundo y no se siente como aquel vacío de motocicleta, que se pierde y se olvida como la lluvia en la coladera.
Volume Two - She & Him. Desde el primer acorde esta es música para enamorarse de los placeres sencillos. Una voz angélical, guitarras soleadas, música tenúe y linda para disfrutar el sol en una calurosa y agradable tarde de verano. Estar acostado en compañía de aquel ser amado, en donde no existe nada más, es un momento encapsulado con lo bello. Aunque dura muy poco, puede regresarte a aquel momento gratificante y a aquel lugar bonito, sólo tienes que escuchar otra vez aquella canción que te lleve a ese punto. Zooey Deschanel y M. Ward con ese toque retro de aquellas canciones pop de los 60's, vestidos largos, listones en el pelo, casi como si fueran personajes de un musical, donde la canción comienza en los momentos más aburridos y cotidianos del mundo. Rompe con nuestra rutina y nos deja queriendo más. No hay que complicarse la vida, ni sufrir, hay momentos para disfrutar la belleza y Volue Two es el acompañante perfecto.
My Beautiful Dark Twisted Fantasy - Kanye West. Para sacarnos de la zona de confort, siempre esta Kanye para incomodarnos, encabronarnos y sobre todo ser cómplices de su propia tragedia de ser una celebridad que nosotros devoramos y él se ofrece a tal sacrificio, con un tributo de un álbum, como si fuera su penitencia. Puedes odiar a la persona, es más esta bien odiar a nuestros ídolos, Lennon, Reed, Reznor, Waters son villanos a los que odiamos, pero siempre regresamos por la música. Kanye se encuentra en aquel lugar, donde la música siempre sorprende y se agradece tener hip hop de buena calidad, qué no se base en autotunear todo y en usar melodías para descerebrados de dos notas. Es el único lugar dónde podrás escuchar a Alicia Keyes haciendo coros con una base de Aphex Twin, o una capa de voces hecha por Bon Iver que recuerda más a la versión robótica de los Beach Boys y hace pefecto sentido con sus reflexivos cuestionamientos a su propia fama. Kanye es un artista sumamente consciente de su propio lugar y de su propia celebridad, es tan consciente de aquella dicotomía de ser un artista o una celebridad que nos brinda un gran espectáculo, mientras somos cómplices de su propio conflicto y de su propia comedia.
Como todos los años, llegan las fechas donde todos los medios importantes hacen sus conteos y sus ejercicios editoriales de recopilar "lo mejor del año", algunos los valoran a partir del éxito comercial, otros se miden con la apreciación de la crítica especializada que nunca queda bien parada, y el resto se puede medir en la matemática cuantitativa de cuantas veces la repitió. Afortunadamente esta lista, no busca quedar bien y no representa ningún interés editorial, comercial, ni de moda. Esta recopilación, ni siquiera se abstiene a los conteos decenales, aquí no hubo mejores o peores discos. Aquí sólo hay discos dignos de recordarse en este 2010, por el simple hecho de que generan emociones y nos mueven alguna fibra en nuestro interior, poco a poco se han convertido en parte del soundtrack de un año más.
- Women & Country - Jakob Dylan. Cuando comenzó su carrera, estaba opacado por el legado de su padre, y aunque le haya costado adaptarse al mundo de la celebridad, logró evolucionar de The Wallflowers a un sonido propio, único y sobre todo honesto. Women & Country demuestra su capacidad lírica y nos revela a un creador regresando a lo básico. Arreglos sencillos y poco adornados, que nos transportan a aquellos lugares místicos del Americana musical, escondidos en un obscuro, decadente lugar, que alberga almas en pena, demonios y busca obtener una redención de aquellos pecados que nos hacen humanos. Esta es música para viajes en solitario, para encontrar el alma y el corazón de las tinieblas de las obsesiones humanas, que son la inspiración para grandes canciones.
- Black Dub. Una hipnótica combinación entre blues y dub. La frágil voz de Trixie Whitley, combinada con los emotivos arreglos de Daniel Lanois, te llevan al borde de las lágrimas. Aquí la música desnuda tu alma, exorcisa tus demonios, te canta sobre tu desamor y te hace sentirte más cerca de aquello que creías tener tan lejos. Derramarás lágrimas en aquellos pasajes melancólicos, y te unirás a aquella comunión de canto, serás parte de un rito de dolor, que al final te hará más fuerte, te dará la fuerza suficiente para seguir adelante. Música para reencontrate con tu alma y con aquella llama de dolor que siempre se mantiene dentro de ti.
Hawk - Mark Lanegan & Isobel Campbell. Él cantaba en una banda alternativa que se hacía llamar los Screaming Trees. Ella fue miembro de Belle & Sebastian antes de que fueran exitosos y sólo eran una banda nerd. Ahora ellos colaboran en experimentos musicales, que nos llevan a esos lugares familiares del imaginario Americano. Desde The Band, Blood, Sweat & Tears, hasta Nancy Sinatra y Lee Hazelwood, son lugares familiares, caminos que ya hemos recorrido, pero imaginados de otra manera. La combinación entre la voz angelical de Campbell con la rugosa y áspera voz de Lanegan, son un gran contrapunto, una interesante seducción de sutilezas, son diálogos entre ángeles y demonios. Al final se convierten en combinaciones de shoegaze con Americana, que también recuerdan a Mazzy Star o a Slowdive con sombreros vaqueros, un automóvil y una carretera desolada en busca de ser el mejor acompañante para un viaje imaginario por la autopista 61.
The Promise - Bruce Springsteen. Bruce Springsteen, es de aquellos descubrimientos musicales que no te permiten quedarte en la superficie. Adentrarse a su música, implica ser espectador de aquella película, ser participe del drama y vivir las vidas de sus personajes. Uno se convierte en Terry y el amigo que se refugian en su automóvil, en aquel hombre cualquiera, que día con día lucha contra sus propias vicisitudes. Son héroes anónimos, muchas veces trágicos, pero todos nos conectamos con los mismos ideales, somos esclavos a aquella canción que nos recuerda a una rockola clásica a un sencillo pop de 3:30, a aquel recuerdo del verano que se disipaba entre la soledad y el choque con la realidad de quedar atados a aquel mundo. La realidad de una promesa de salir de aquel lugar, de una rutina diaria y los recuerdos de aquellos anhelos jamás cumplidos. Aunque parezca que todo esto sucede en algún lugar remoto de Atltantic City, en aquella calle con la señal de Exxon o aquel camino que nos daría el boleto para salir de aquel pueblo de perdedores. Este viaje ha sido el camino de Springsteen, sin embargo The Promise es el punto de unión entre los anhelos de Born To Run y la sobriedad de Darkness On The Edge of Town, esta era la exploración de esos caminos de un jóven artista que a sus 27 años, parecía que había vivido muchas vidas enteras.
