La agonizante industria discográfica, muestra su enclenque y débil figura, cómo si fuera Fidel Velázquez en junta de la CTM. La aburrida y tediosa ceremonia de tres horas y media, se vuelve un verdadero calvario aguantar, sin verse tentado a sapear y explorar las otras estupidizantes posibilidades que se le ofrecen a uno en domingo. Por un lado, sale el inocente e incrédulo que se pone a ver los Grammys con la finalidad "de ver a su artista preferido" (sí esque usted no se ha saturado de consumirlo a través de YouTube, infinidad de veces). El problema hoy en día recae en el hecho que los espectadores ya pueden ver infinidad de contenidos referentes a sus interpretes preferidos. Basta con hacer una búsqueda en Youtube, y encontrar cientos de videos acerca de un tema. Se vuelve más efectivo y sin el problema de tener que ver una ceremonia aburrida, sin hilos conductores, ni algún interés para mejorarlo. "No mejor, pongamos a Neil Diamond a hacer su gracia y permitirle al espectador un momento para ir al baño."
Y sin querer ponerse uno romántico, cuál si viviese en los años sesentas y que en la pequeña ilusión se espera con un fervor religioso la aparición de The Beatles en el show de Ed Sullivan. A pesar de todo, uno vuelve a sintonizar a Paul McCartney y fletarse otra vez "I Saw Her Standing There", con el valor agregado de tener a Dave Grohl, cómo un gran gancho (que sin negar su talento y su contribución musical), se mantiene en la misma línea que el resto de la ceremonia. Al buscar hacer ese matrimonio entre "el establishment de la música" y las "nuevas" o interesantes propuestas del momento, sólo con Robert Plant y Allison Krauss, se vuelve digno, tener que aguantar 3horas de comerciales y colaboraciones que no van a ningún lado y demuestran la decadencia de la industria discográfica.
En un mundo donde el disco "más exitoso" vende menos de 3 millones de copias, es en donde somos testigos de estas ceremonias que van de la mano en una estrepitosa caída libre a la destrucción total.
¿Se merece uno ver a Stevie Wonder malgastando su talento con los Jonas Brothers(la porqueria de grupo de Disney)?
¿Realmente nos merecemos ver a Lil Wayne embarrado con el toque de Nueva Orleans de Allen Toussaint?, que parece estar siempre en segundo plano.
¿O ver a B. B. King menospreciado con John Mayer?
Para quedarnos con 8 minutos de ver a Paul McCartney con Dave Grohl, a Radiohead con la banda marcial de USC y a Robert Plant, Allison Krauss & T.Bone Burnett, darnos una lección de historia musical. Y un momento que podría ser disfrutado con mayor comodidad sí lo busco en YouTube y me evito 3 horas asesinando mis neuronas y preocupándome por el mundo de la música. Sí esto no pasara un domingo en la noche, probablemente no sería tan trascendental, pero bueno es mucho mejor que fletarse una película doblada en cine permanencia voluntaria.
Nos leemos pronto.
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